Acaba de llegar el verano, todo es festividad y vacaciones, todo es sol y playa menos para mí, me acaban de dar plaza en un centro de estudios de Madrid por lo que me tengo que mudar. Yo vivo en Castilla la Mancha por lo que los viajes a Madrid son de aproximadamente dos horas, así que me plantee irme a vivir a Madrid para evitar todas esas horas de carretera. La verdad es que un cambio de aires me va a venir muy bien, y como no está tan lejos, podré volver a casa siempre que quiera.
Lo primero es preparar la mudanza, no es que tenga muchas cosas, con la furgoneta de reparto de mi hermano podré hacer toda la mudanza, así que lo que voy a hacer es comprar en el hiper del embalaje todo lo necesario para poder guardar con cuidado todo lo que me voy a llevar a Madrid. Estoy bastante nerviosa por el cambio, y es que los cambios siempre dan miedo, sobre todo cuando de ellos depende el resto de tu vida, cambios que a priori van a ser n bien para ti, para tu futuro laboral y personal.
El futuro laboral dependerá mucho de cómo te adaptes a tu nuevo empleo, educar y enseñar a niños de seis años no es lo más fácil del mundo, pero sí que es gratificante y emocionante. El futuro personal es lo que más te preocupa, volver a hacer amistades es algo que me asusta un poco y es que aunque soy una persona muy sociable me cuesta un poco conocer gente nueva, no es que sea tímida, que no, lo soy, es que para conocer gente hay que salir y yo soy d pocas salidas, prefiero un vino en la tranquilidad del hogar a unas cañas en la calle, llamarme rara, pero es que soy muy reservada y me gusta mantener mi espacio.
Por suerte para mi voy a compartir piso con otra chica del pueblo que se vino a Madrid hace años y que yo conocí hace un tiempo ya, no es que seamos amigas pero eso con un poco de tiempo lo conseguiremos, así se me hará un poco más sencillo y podré socializar mas y con más gente ya que ella ya tiene amistades por aquí. Mis planes de futuro son estos y espero que me vaya muy bien es esta nueva etapa.